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Importantes personajes... con muerte un tanto absurda (en algunos casos)

Acabo de leer en una web algo que, aunque en la mayoría de los casos provoque mucho respeto, en algunos casos, puede ocasionar un ataque de risa. Esto es cómo fallecieron algunos personajes célebres y menos célebres de la historia. Os copio exactamente cómo viene redactado, debido a que no sé exactamente qué han querido decir en alguna frase) y he intentado corregir las faltas de ortografía, así como un par de celebridades que he añadido. Espero que os guste....

Atila, rey de los Hunos
Uno de los más malvados villanos de la historia, la armada de Atila había conquistado toda Asia en el 450 D.C (desde Mongolia hasta Rusia) destruyendo y robando todo lo que encontraban a su paso.
Cómo murió: De una hemorragia nasal en su noche de bodas. En el 453 D.C, Atila se casó con una joven llamada Ildico. A pesar de su reputación en el campo de batalla, solía comer y beber poco en los grandes banquetes. En su noche de bodas, hizo una excepción comiendo mucho y emborrachándose. En un momento de la noche, su nariz empezó a sangrar pero estaba demasiado borracho para darse cuenta. Se ahogó en su propia sangre y fue encontrado muerto la mañana siguiente.

Tycho Brahe
Un importante astrónomo danés del siglo XVI. Su trabajo permitió a Isaac Newton llegar a la teoría de la gravedad.
Cómo murió: No llegó al baño a tiempo. En el siglo XVI, levantarse de la mesa antes de acabar de comer era considerado un insulto. Brahe, conocido por sus excesos con la bebida, tenía problemas de vejiga y en cierta ocasión se olvidó de pasar por el baño antes de sentarse en un banquete. Además, empeoró las cosas bebiendo demasiado, y fue demasiado educado para disculparse. Su vejiga finalmente explotó, matándolo lenta y dolorosamente durante 11 días.

Horace Wells
Pionero en el uso de la anestesia en el siglo XIX.
Cómo murió: Usó anestesia para suicidarse. Mientras experimentaba con varios gases para conseguir anestesia, Wells se convirtió en un adicto al cloroformo y, en 1848, fue arrestado por rociar a dos prostitutas con ácido sulfúrico. En una carta que escribió en prisión, culpó al cloroformo de sus problemas. Cuatro días después fue encontrado muerto en su celda. Se había anestesiado a él mismo con cloroformo y se había abierto el muslo con una cuchilla de afeitar.

Francis Bacon
Una de las personas más influentes del siglo XVI. Político, filósofo, escritor y científico, incluso se rumoreó que había escrito algunas de las obras de Shakespeare.
Cómo murió: Rellenando un pollo de nieve. Una tarde de 1625, Bacon estaba mirando una tormenta de nieve y pensó que la nieve podría conservar la carne como lo hacia la sal. Decidido a probarlo, compró un pollo en una aldea cercana, lo mató, y se quedó fuera de casa para ver como el pollo cubierto de nieve se congelaba. El pollo nunca se congeló pero Francis Bacon pilló una pulmonía que lo llevaría a la muerte.

Jerome Irving Rodale
Fundador del movimiento de alimentos orgánicos y creador de varias revistas del tema.
Cómo murió: En el show de Dick Cavett, mientras discutía sobre los beneficios de los alimentos orgánicos. Rodale, que se jactó de que iba a “vivir hasta los 100 (a menos que un loco lo asesinase)” tenía solamente 72 años cuando apareció en el show de Dick Cavett en enero de 1971. Durante la entrevista, cayó muerto de su silla. Causa de la muerte: ataque del corazón. El programa nunca se emitió.

Esquilo
Escritor griego del 500 A.C. Muchos historiadores lo consideran el padre de las tragedias griegas.
Cómo murió: Un águila dejó caer una tortuga en su cabeza. Según la leyenda, las águilas cogían las tortugas y las abrían tirándolas contra las rocas. Un águila confundió la cabeza de Esquilo con una piedra (era calvo) y le lanzó una tortuga.

Jim Fixx
Autor del best-seller “Complete Book of Running” que inició la locura por el “footing” en los años 70.
Cómo murió: Un ataque del corazón mientras corría. Fixx visitaba Greensboro (Vermont) cuando salió fuera de su casa y empezó a hacer “footing”. Había recorrido muy poca distancia cuando tuvo un ataque. Su autopsia reveló que una de sus arterias coronarias estaba al 99% obstruida, otra el 80% y una tercera el 70% bloqueada, y que Fixx había tenido otros tres ataques en las semanas anteriores a su muerte.


Jean-Baptiste Lully
Compositor francés de origen italiano, Lully dominó toda la vida musical en Francia en la época del Rey Sol.
Cómo murió: Murió por una gangrena en París, en 1687, a consecuencia de una herida que se hizo en el pie con su bastón de director de orquesta, una pesada barra de hierro que servía para llevar el compás golpeando el suelo con ella. La fama de Lully se debe principalmente a su contribución a la música religiosa y escénica.


Julien Offray de la Mettrie
Físico y filósofo francés, uno de los primeros materialistas de la ilustración.
Cómo murió: Casanova relata en sus memorias que el médico filósofo muere de indigestión al comerse entero, a continuación de una copiosa cena, un paté de faisán con trufas, comida preparada por el cocinero del Rey en base a una cubierta de masa hojaldrada rellena de la carne picada del ave con un núcleo de trufas negras.

Joseph Fourier
Matemático y físico francés, conocido por iniciar la investigación de las series Fourier y su aplicación.
Cómo murió: Sus desarrollos de funciones como series (llamadas de Fourier en su nombre) vienen de su principal obra, “teoría analítica del calor”, y fue precisamente el calor lo que lo mató. Según contaba un profesor de matemáticas bastante solvente, era muy friolero y murió asfixiado por una mala combustión de su calefacción en París al ponerla demasiado fuerte.


Harry Houdini
Mago e ilusionista de origen húngaro.
Cómo murió: Retó a un universitario jugador de rugby a que le diera puñetazos en el abdomen en una noche de pubs y cervezas, argumentando que sabía controlar su cuerpo y que no sentiría dolor. Pero tenía principio de apendicitis y murió de una hemorragia al reventarse su apéndice.

Antoni Gaudí
Máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.
Cómo murió: Murió trágicamente, a los 74 años de edad, por las graves heridas que sufrió al ser arrollado por un tranvía cuando cruzaba la calle.

Li Po
Considerado uno de los dos más grandes poetas de la historia de la literatura china, tenía el defecto del alcohol. Cuentan que muchos de sus poemas los escribió mientras estaba alcoholizado.
Cómo murió: Murió intentado abrazar el reflejo de la luna al caer de su bote al río Yangtzé, obviamente estaba en completo estado etílico.

Hans Steininger
Era muy conocido por tener el titulo de la barba más larga del mundo, aproximadamente 1,5 metros de longitud, que también fue su desgracia.
Cómo murió: En 1567 hubo un incendio en su localidad, en la paranoia de la huida olvido enrollarla, la pisó, tropezó y terminó con el cuello roto.


Jack Daniel
El famoso destilador de un whisky que hoy lleva su nombre.
Cómo murió: una mañana de 1911, decidió ir temprano a trabajar y quiso abrir su caja fuerte pero no recordaba la combinación. Enfurecido, Daniel pateó la caja fuerte y se lastimó el dedo gordo, que terminó desarrollando una infección por la que murió..

Isadora Angela Duncan
Considerada la madre de la danza moderna.
Cómo murió: en un accidente de automóvil acontecido en Niza (Francia), la noche del 14 de Septiembre de 1927. Murió estrangulada por una larga chalina o bufanda que le encantaba usar, cuando ésta se enredo en la llanta del automóvil en el que viajaba.

Marco Antonio Basiano
Emperador romano, mejor conocido como caracalla.
Cómo murió: durante un viaje, cuando sintió la necesidad de ir al baño, saltó de su litera y se escondió tras unos arbustos para desahogarse. Y allí fue apuñalado por uno de los soldados de su escolta mientras aliviaba el esfínter.

Allan Pinkerton
Famoso por crear la agencia de detectives que llevaba su nombre.
Cómo murió: de una infección después de morderse la lengua cuando se resbaló en la calle.

Bobby Leach
No temía cortejar a la muerte: en 1911 fue la segunda persona en el mundo en sobrevivir a una caída en barril por las cataratas del Niágara. Realizó muchas proezas de ese tipo, por lo que su muerte es especialmente irónica.
Cómo murió: caminando por una calle de Nueva Zelanda, Leach tropezó con un pedazo de cáscara de naranja. Se rompió la pierna tan mal que debió serle amputada. Murió debido a complicaciones de la cirugía.

Charles Stephens
Fue la primera persona en morir al arrojarse a las cataratas del Niágara en el interior de un barril.
Cómo murió: construyó un barril especial y concluyó que si cambiaba el centro de gravedad del barril traspasándolo de su cuerpo a otro objeto, el barril giraría sobre este último y él no sufriría daños. Así que colocó un yunque de 50 kg en el fondo del barril y se lo ató a los pies. Luego amarró su propio cuerpo al barril y metió una bombona de oxígeno, por si acaso.No calculó que el peso del yunque con el suyo en una caída de 50 metros a más de 100 km/h haría que su cuerpo se comportara como una bala. Él mismo debería girar sobre el yunque pero estaba atado al barril y, sencillamente, se desmembró. El barril fue encontrado 11 horas después por unos niños en la orilla. Dentro estaba la única parte del cuerpo que se encontraría: un brazo, todavía atado con correas de cuero al barril.

Christine Chubbuck
Presentadora de telenoticias.

Cómo murió: fue la primera y única presentadora de noticiero en suicidarse durante un programa en vivo. El 15 de julio de 1974, a los ocho minutos de programa, la deprimida reportera dijo: "“Para mantener la política del canal 40 de traerles lo último en materia de sangre y entrañas, y a todo color, aquí tienen otra primicia: un intento de suicidio"”. Y a continuación, Chubbuck sacó un revólver y se disparó en la cabeza.

Vic Morrow
Actor.
Cómo murió: murió en el set de la película de La Dimensión Desconocida cuando un helicóptero quedó fuera de control por unas explosiones de los efectos especiales, chocó, y lo decapitó con sus aspas. Dos niños actores también murieron en el evento, lo que propició una serie de masivas regulaciones dentro de las leyes de trabajos de niños en Estados Unidos y las regulaciones sobre seguridad en los estudios cinematográficos.


Grigori Rasputin
Fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la Dinastía Romanov.
Cómo murió: De acuerdo con la leyenda, el místico ruso  fue primero envenenado con suficiente cianuro para matar diez hombres, pero eso no lo afectó. Entonces sus asesinos le dispararon por la espalda con un revólver. Rasputín revivió poco después. Le dispararon tres veces más, pero Rasputín seguía vivo. Así que entonces fue molido a palos, y por las dudas arrojado a las aguas heladas del río Neva. Una vez entontrado su cadáver en este río, le extrajeron el corazón y le castraron, luego fue enterrado en un bosque. Inhumado, más tarde, fue incinerado por orden del Gobierno provisional.

Los hermanos Collyer
Homer y Langley Collyer eran archivistas compulsivos. Los dos hermanos tenían miedo de deshacerse de cualquier cosa, y coleccionaron obsesivamente diarios y otras basuras en su casa. Incluso prepararon trampas en los corredores y puertas para protegerse de los intrusos. 

Cómo murieron: En 1947, una llamada anónima denunció que había una persona muerta en la casa de los hermanos, y después de encontrar muchas dificultades para entrar, la policía descubrió muerto a Homer Collyer; a su hermano Langley no se lo veía por ningún lado. Dos semanas más tarde, después de sacar cerca de 100 toneladas de basura del departamento, finalmente encontraron el cuerpo de Langley Collyer parcialmente descompuesto (y comido por las ratas), apenas unos metros más allá de donde habían encontrado a su hermano. Aparentemente, Langley había estado gateando a través de túneles entre pilas de diarios para llevarle comida a su paralizado hermano cuando se disparó una de sus trampas. Días después, Homer murió de hambre.

Dick Shawn 
Fue un comediante y actor americano.
Cómo murió: tuvo un ataque al corazón en 1987 y murió durante una broma que pareció extrañamente apropiada: se estaba burlando de los políticos que en su campaña decían cliches como “No me voy a dormir en mi cargo”. Shawn entonces se tiró al piso, boca abajo. En un comienzo, el público pensó que eso era parte del show, hasta que un rato después un empleado del teatro subió al escenario, constató su pulso y empezó a darle los primeros auxilios. Llegaron los paramédicos, y al público se le pidió que se fuese a casa: Dick Shawn estaba muerto.

Fuentes

Antoni Gaudí: Genio incomprendido

Hoy voy a hablar de alguien de quien me siento una enamorada nata: Antoni Gaudí. Todo el mundo le conoce por ser el arquitecto de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, o del Park Güell. Sin embargo, hay aspectos que no todo el mundo conoce y, por eso, hoy esta entrada va para él. 

Antoni Gaudí
Antoni Plàcid Guillem Gaudí y Cornet nació en Reus (Tarragona) el 25 de junio de 1852. Hijo del industrial calderero Francesc Gaudí i Serra (1813-1906) y de Antònia Cornet i Bertran (1819-1876), fue un niño enfermo, lo que le impidió asistir regularmente a clase y le obligó a pasar largas temporadas en la masía familiar de Riudoms, donde captó la luz mediterránea y las imágenes de la naturaleza, lo que él siempre consideraría como "su gran maestra". Además, aprendió las virtudes del trabajo y la transformación de las superficies en volumen mientras ayudaba a su padre en el taller de calderería, lo que facilitó mucho su imaginación espacial. 

Realizó sus primeros estudios en el parvulario del maestro Francesc Berenguer, padre del que sería uno de sus principales colaboradores y, más tarde, pasó a cursar el Bachillerato en los Escolapios de Reus, destacando en dibujo y colaborando en el semanario El Arlequín entre finales de 1867 y principios de 1868. Durante la Revolución Gloriosa de 1868, se trasladó a Barcelona para cursar los estudios facultativos de Arquitectura, la pasión de su vida, en la Escuela de Barcelona. Para poder pagarse los estudios así como su manutención, necesitaba trabajar, por lo que se decidió a colaborar como delineante con ingenieros y arquitectos, como Josep Fontseré, autor del Parque de la Ciudadela; Francisco de Paula del Villar y Lozano, restaurador del Monasterio de Montserrat; o Joan Martorell, arquitecto de los Jesuitas, las Salesas y otros grandes templos. En 1878, al graduarse, el director de la Escuela comentó: "Hoy hemos dado el título de arquitecto a un loco o a un genio". 

Entre 1875 y 1878, realizó el servicio militar en el Arma de Infantería en Barcelona, siendo destinado a Administración Militar, aunque la mayor parte del tiempo estuvo rebajado de servicio a causa de su salud, por lo que pudo continuar con los estudios. En 1876, cuando contaba con 24 años, tuvo lugar el triste suceso de la muerte de su madre, a los 57 años, así como la de su hermano Francesc a los 25, médico recién titulado que no llegó a ejercer.

Poco después, en 1878, comenzó a trabajar para el  el empresario textil Eusebi Güell i Bacigalupi, que sería su principal mecenas durante el resto de su carrera, realizando para él las puertas de la finca Güell (1884-1887), la Casa Güell (1888), las bodegas Güell (1895-1897), el chalet del Catllaràs (1905) y las dos obras más creativas de la madurez del artista: el Park Güell (1900-1914) y la Cripta de la Iglesia de la colonia Güell (1908-1917).

Park Güell. Fuente: Silva, Juan Manuel.
A los 31 años, en 1883, Gaudí recibió el encargo de continuar las obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, apenas comenzada en marzo de 1882 por el ya mencionado anteriormente Francisco de Paula del Villar y Lozano. Gaudí modificó totalmente el proyecto inicial (salvo la parte ya construida de la cripta), convirtiéndola en su obra cumbre, conocida y admirada en todo el mundo. Trasladó allí su despacho y se compenetró con la finalidad religiosa y artística del Templo. A partir de 1915, hasta su muerte, Gaudí dedicaría todas sus energías a desarrollar en el proyecto del Templo sus ideas sobre estructura, forma y simbolismo, fundidos en una síntesis perfecta de formas racionales extraídas de la naturaleza. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra: Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia.

En vida, Gaudí sólo vio casi terminada la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso; sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, entre 1926 y 1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento.

Gaudí comenzaba a recibir cada vez más encargos, por lo que, al trabajar en varias obras a la vez, tanto grandes como pequeñas, y no sólo eclesiásticas o para Güell, sino de otros clientes [El Capricho, en Comillas (1883-1885), la Casa Vicens (1883-1888), la Casa Calvet (1898-1899), la Casa Batlló (1904-1906), Bellesguard (1900-1909) y la Pedrera o Casa Milá (1906-1911)]. Así pues, tuvo que rodearse de un amplio equipo de profesionales de todos los campos relacionados con la construcción. De esta guisa, en su estudio se formarían numerosos arquitectos que, con el tiempo, alcanzarían un puesto de renombre en el sector, como Josep Maria Jujol, Joan Rubió, Cèsar Martinell, Francesc Folguera y Josep Francesc Ràfols. En 1885, para escapar de la epidemia de cólera que asolaba Barcelona, Gaudí pasó una estancia en Sant Feliu de Codines, residiendo en la casa de Francesc Ullar, al que en agradecimiento diseñó una mesa de comedor.

Palacio Episcopal de Astorga, en León.
En febrero de 1889, el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós le encargó a Gaudi la construcción de un Palacio Episcopal para la ciudad de Astorga (León), ya que recientemente se había incendiado el edificio anterior. Se puso la primera piedra el 24 de junio de ese mismo año y, en 1893, tras la muerte del obispo Grau, Gaudí dimitió por desavenencias con el Cabildo, por lo que este arquitecto no llegó a terminarla, pero sí lo hizo, en 1915, el arquitecto Ricardo García Guereta. Junto con El Capricho de Comillas son las únicas obras de Gaudí fuera de Cataluña.

Gaudí ideaba sus edificios de una forma global, atendiendo tanto a las soluciones estructurales como las funcionales y estéticas, ya que tenía una fuerte intuición y una enorme capacidad creativa. A la hora de llevar a cabo sus creaciones, Gaudí estudiaba hasta el más mínimo detalle, completando sus diseños con toda una serie de trabajos artesanales que dominaba él mismo a la perfección: cerámica, vidrieras, forja de hierro, carpintería, etc.

Gaudí vivió dedicado totalmente a su profesión de arquitecto, por lo que permaneció soltero toda su vida pese a que, al parecer, sólo se sintió atraído por una mujer, Josefa Moreu, maestra de la Cooperativa Mataronense, hacia 1884, aunque no fue correspondido. Desde entonces, Gaudí se refugió en su profunda religiosidad, en la que encontraba gran sosiego espiritual. A menudo, la imagen de un Gaudí se tinta de huraño y antipático, dando bruscas contestaciones y gestos altaneros; no obstante, la gente que lo trató más de cerca lo describió como persona afable y cortés, buen conversador y fiel con sus amigos.

El aspecto personal de Gaudí (rasgos nórdicos, pelo rubio y ojos azules) sufrió un cambio radical con el paso del tiempo: de joven con apariencia llamativa (trajes caros, pelo y barba bien arreglados, gustos de gourmet, frecuente asistencia al teatro y a la ópera, incluso visitaba las obras montado en su carruaje), pasó en su vejez a la sencillez más estricta, comidas simples, trajes viejos y gastados y aspecto descuidado, tanto que a veces lo tomaban por mendigo.

Gaudì había expresado su deseo de morir en el hospital de beneficencia cristiana, como un pobre más y Dios se lo concedió. El lunes 7 de junio de 1926, Gaudí se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri, que visitaba a diario para rezar y entrevistarse con su confesor, mosén Agustí Mas i Folch; pero al pasar por la Gran Via de les Corts Catalanes, entre las calles Girona y Bailén, le atropelló el tranvía nº 30, dejándole inconsciente. Iba indocumentado con aspecto descuidado, ropas gastadas y viejas y, en sus bolsillos, únicamente portaba una bolsita con unos pocos frutos secos y un libro de Evangelios, en concreto, un par de folios con el "Apocalipsis de San Juan". Por esta razón fue tomado por un mendigo y,  por consecuencia, no fue socorrido hasta que un guardia civil paró un taxi que lo condujo al Hospital de la Santa Creu o Santa Cruz. 

Esa noche, al no volver a sus aposentos anexos al Templo de la Sagrada Familia,  fue buscado por las casas de socorro y hospitales de Barcelona. Al día siguiente lo reconoció el capellán de la Sagrada Familia, mosén Gil Parés, pero ya era tarde para hacer algo por él.  Los más eminentes médicos comprobaron la gravedad de las lesiones sufridas por el renombrado arquitecto. Al publicar la prensa diaria la noticia del atropello, las personalidades más relevantes desfilaron por el hospital: políticos, cardenales, obispos, aristócratas, arquitectos.... Murió el día 10 de junio de 1926, a los casi 74 años de edad, en la plenitud de su carrera.

Su entierro, el 12 de junio, fue una gran multitud de personas, que acompañaron al cadáver desde el hospital hasta la Capilla de Nuestra Señora del Carmen de la cripta de la Sagrada Familia, donde está enterrado. Se formaron largas colas de público para ofrecerle su homenaje y último adiós. En su lápida figura la siguiente inscripción:
Antonius Gaudí Cornet. Reusensis. Annos natus LXXIV, vitae exemplaris vir, eximiusque artifex, mirabilis operis hujus, templi auctor, pie obiit Barcinone dit X Junii MCMXXVI, hinc cineres tanti hominis, resurrectionem mortuorum expectant. R.I.P.
Actualmente, los representantes de la Asociación Pro Beatificación de Antonio Gaudí están luchando para que este arquitecto pueda ser beatificado el 10 de junio de 2016, fecha del 90º aniversario de su muerte. El posible milagro hace referencia a la curación inexplicable de una enfermedad en la retina testimoniada por Montserrat Barenys, de la ciudad de Reus, en la que Gaudí fue bautizado al día siguiente de su nacimiento. Esta presunta curación milagrosa de la vista se tramitará al arzobispado de Tarragona, al que pertenece Reus. La Asociación también destacó el testimonio de Ramon Amargant, que asegura haber sido curado milagrosamente de una úlcera en la cadera por intercesión de Gaudí.

Para terminar, os dejo algo que, en mi opinión es algo curioso. Sé que el programa en sí, no gusta a todo el mundo. No obstante, creo que es algo digno de ver, aunque sea para intentar comprender la obra de Gaudí. Yo leí el libro "La clave Gaudí" de Esteban Martín y Andreu Carranza y, la verdad es que da que pensar. Espero que os guste el vídeo (son cinco partes) y que a aquél que le guste (o no), de su opinión para ir mejorando este blog. 


Fuentes:

Toledo, ciudad con infinitas curiosidades II


Bueno, hacía mucho que no hacía una entrada, pero la verdad es que estas cosas cuestan su tiempo, y espero que haya merecido la pena, porque aquí viene el segundo capítulo de “Toledo, ciudad con infinitas curiosidades”. Y es que hoy os voy a hablar de otras de las muchas curiosidades que tiene esta ciudad histórica.

¿Plaza o encuentro?

Voy a empezar hablando de la “Plaza de las Cuatro Calles”, y es que aunque se llama plaza, en sus orígenes no era nada más que un encuentro de calles como se indicaba en el plano de El Greco. Fue después cuando se derribó un edificio intermedio entre la calle Comercio y la de Cordonerías y, análogamente, otro entre  Chapinería y Hombre de Palo a mediados del siglo XVIII, quedando así un espacio al que ya sí se le puede denominar Plaza.

Plano de El Greco

¿Por qué cuatro si son cinco?

Es fácil adivinar que no son cuatro calles las que allí se encuentran, sino cinco. Y, aunque a finales del siglo XVI se pensaba que posiblemente antes hubiera una única entrada a Chapinería y Obra Prima (actualmente Martín Gamero), bien es verdad que esto  parece poco probable, a no ser que hubiera sido antes del incendio de 1467. 

El nombre es bastante antiguo, ya que se la mencionaba como las “Cuatro Calles” en textos de 1388 y 1401, por lo que se entiende que su estructura ya era así. Por poco tiempo se la llamó “Rua Nova” a mediados del siglo XV, y ya a principios del XVI se la cita con el nombre actual, siendo, hasta finales de este siglo y principios del XVII, el centro mercantil más importante de Toledo. 

¿Qué se hacía allí?

En esta plaza estaban los libreros, de los cuales solo persistió hasta el siglo XIX la librería de Blas Hernández, amigo de Martín Gamero y coleccionista de manuscritos antiguos, lo que luego fue la imprenta y papelería de Florentino Serrano.

Esta librería quedará para la historia de Toledo, y para la de la prensa escrita en particular por ser el lugar donde se vendieron los primeros periódicos de Madrid llegados a nuestra capital por ferrocarril.

A finales del siglo XVI, se representaban también en esta plaza Autos Sacramentales, aunque eran poco concurridos debido al pequeño tamaño de la misma.

Las cuatro calles en Junio de 1905

Con estas palabras de Juan Moraleda y Esteban podéis haceros una idea, de la importancia de este encuentro:

"Las Cuatro Calles de Toledo eran el centro de reunión de razas opuestas para concertar ventas, cambios, préstamos; era el mentidero mayor de gente culta y dada a la política; eran el atrio del Alcaná, donde los hebreos, a las puertas del templo metropolitano exponían sus enseres, vituallas y libros a la venta pública; eran el palenque donde; francos y Portugueses, italianos y moriscos, cristianos y judíos medievales, así como a guisa de propaganda filosófico-religiosa, departían amablemente y a diario en horas de reposo y asueto; eran el casino y el café de los hombres pretenciosos y derrochadores de los comienzos de la vida pública, de la Reconquista; eran un mercado permanente de aquellos tiempos, no obstante su angostura, donde el tráfico, la usura, el negocio, el compadrazgo, y pocas veces la virtud, resolvieron problemas arduos, económicos o de otra índole, así como en el zoco se solventaban fines idénticos, solo en los días de mercado franco.


Sin las Cuatro calles, sin el zoco, sin el claustro bajo de la Catedral, sin las solanas de San Andrés y San Cipriano, sin la Alcaná y la Alcaicería moruna y sin el mercado de los Sederos y la plaza de la Gallinería, Toledo medieval no hubiera alcanzado universal fama como ciudad cosmopolita, donde chinos y africanos, germanos y griegos, españoles y anglosajones, echaron los cimientos de la nacionalidad, un día la mas grande del globo."

Numeración de sus casas

No es menos curiosa la numeración de las casas que, todavía en 1778, seguían la de la calle Comercio, como simulando que esto era un simple ensanche de esta misma calle que coincidía con su terminación. De esta guisa, quedó así el número 48 en la esquina con Martín Gamero.

¿Hubo un error en el rótulo?

En 1916, según dice don Juan Moraleda y Esteban, al hacer una reforma en el edificio que hace chaflán entre las calles Chapinería y Hombre de Palo, el impresor toledano Florentino Serrano, saco a relucir, una inscripción en la que todavía se podía leer: “Estas son las / quatro calles / de Toledo / MDCETOXIII”. Y si nos fijamos en esa fecha y suprimimos las letras ETO, las cuales no tienen mucho sentido podemos ver MDCXIII, o lo que es lo mismo, 1613, fecha anterior al rótulo más antiguo conservado en Toledo. Entendemos pues que la insistencia del rótulo en que son las cuatro calles de Toledo era por la importancia de este lugar, y por esto mismo se quiso mantener el nombre aunque fueran ya cinco.

Fuentes:
  • MORENO NIETO, L. Cuatro calles que son cinco. En Trilogía Toledana: Toledo un siglo atrás. Toledo, 2002.
  • PORRES MARTÍN-CLETO, J. Historia de las calles de Toledo, T. I. Toledo,1982.

La cultura asedia Aguilafuerte en la fiesta del Sinodal

Con empeño, orgullo y fiel a la historia en la que quedó escrito su nombre, la villa de Aguilafuente volvió a reivindicarse como ciudad de cultura, cuna del libro antiguo. La localidad segoviana conmemoró una vez más el nacimiento de uno de los textos emblemáticos de las letras españolas, el Sinodal de Aguilafuente, el primero salido de una imprenta en el país, allá por el 1472.

En aquel entonces, el obispo de Segovia, Juan Arias Dávila, encargó al impresor Juan Parix que reprodujera las actas del sínodo diocesano que tuvo lugar en Aguilafuente, destinado a reformar algunos aspectos de la vida de los clérigos, a los que se llamaba a guardar las apariencias. Fue así como el revolucionario invento de Gutenberg llegó a Castilla antes que a ninguna de las grandes ciudades.

En torno a este hecho, vecinos, calles y edificios se engalanan cada primer fin de semana de agosto al más puro estilo medieval. Quieren servir la historia con lealtad. Cuelgan pendones, montan un mercado y celebran talleres didácticos, exposiciones, rutas gastronómicas, danzas de la época y misas cantadas. También hay juegos tradicionales y conferencias sobre el patrimonio y la imprenta, las novedades de este año. Sin olvidar las representaciones teatrales, el plato fuerte.

Recreación teatral

(De izquierda a derecha) D. Fermín de los Reyes Gómez,
José Carlos Monsalve y   Jesús Ballesteros Massó
Los actores, que son los propios vecinos, juegan con la baza de contar con una "espectacular y sorprendente" producción y escenarios únicos, como destacó el presidente de la Asociación Cultural Sinodal de Aguilafuente, Fermín de los Reyes. Para la obra central, se conserva la iglesia donde se celebró el sínodo hace 500 años.

Anoche, el templo de Santa María estaba colmado de espectadores. Y si la jornada amaneció concurrida, la tarde no discurrió menos abarrotada. Cada edición, la festividad atrae a 5.000 personas y este año la afluencia tampoco se ha visto resentida a pesar de la crisis, que sí ha hecho alguna mella en el presupuesto.

El municipio ya ha reclamado el respaldo de las instituciones porque su intención es consagrar el programa lúdico y cultural y hacer del Sínodo un referente nacional.

Una vida de cuento: Hans Christian Andersen

Hace un par de días descubrí que las generaciones que vienen detrás mía, no saben quiénes son algunos personajes históricos o, simplemente, importantes. Me di cuenta al hablar de uno de los escritores de cuentos más famoso de todos los tiempos: Andersen. No supieron decirme quién era o, si me decían quién creían que era, no era ni una pequeña aproximación. Por ello, creo que el segundo personaje importante de esta sección va a ser él: Hans Christian Andersen. Espero que esto ayude a los pequeños (y no tan pequeños) y recuerde a los más grandes quiénes eran aquéllos que nos sacaban de la realidad para adentrarnos en un mundo de fantasía, color y magia, cuando apenas éramos eso: niños.

Hans Christian Andersen nació en Odense (Dinamarca) en 1805 y, según contaba él mismo, su vida era la de "un hermoso cuento de hadas": hijo de un pobre zapatero, a partir de los catorce años intentó triunfar en el teatro (como bailarín, corista y autor de tragedias), recorrió Europa, entabló célebres amistades (Charles Dickens, Víctor Hugo, Richard Wagner o Franz Liszt) y llegó a ser íntimo de los soberanos daneses e, incluso, inaugurar en vida su propia estatua.

Persiguió obstinadamente, sin conseguirlo, el éxito en la escena (La Mulata, 1839; La nueva habitación de la parturienta, 1840) y en el amor. Esta insatisfacción fundamental, alimentó la melancolía e ironía de sus recuerdos (El bazar de un poeta, 1842), de sus novelas (El improvisador, 1835; Pedro el afortunado, 1870) y, sobre todo, de sus Cuentos (1835-1872). Además, describió su evolución personal en La verdadera Historia de mi vida (1885).

Hans Christian Andersen, 1869.
Durante su juventud, como he dicho más arriba, perteneció a los círculos literarios de Copenhague y empleó en viajar  la última parte de su vida. Estos viajes, le proporcionaron  temas para sus cuentos, en los que combinó el floklore patrio y extranjero con creaciones de su propia imaginación. El tono vívido y la ingenuidad poética con que están escritos, lo hacen únicos en la literatura universal.

En 1838, Hans Christian Andersen ya era un escritor establecido, debido a la fama de sus cuentos de hadas, que iba creciendo por momentos. Comenzó a escribir una segunda serie, también en 1838, y una tercera en 1843, que apareció publicada con el título Cuentos nuevos. Entre sus más famosos cuentos se encuentran "El patito feo", "El traje nuevo del emperador", "La reina de las nieves", "Las zapatillas rojas", "El soldadito de plomo", "El ruiseñor", "La sirenita", "El ave Fénix", "La sombra", "La princesa y el guisante", "La vendedora de fósforos", "El príncipe malvado", "Es la pura verdad", "La hija del rey del pantano", "La reina de las Nieves", .... Los 150 títulos que componen su colección de cuentos, han sido traducidos a más de 80 idiomas y adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos en CD y obras de escultura y pintura. Una costumbre que Andersen mantuvo por muchos años, a partir de 1858, era narrar de su propia voz los cuentos que le volvieron famoso.

No tuvo familia y, aunque se enamoró varias veces, nunca se atrevió a casarse. Ya anciano, aguantó penosamente la soledad. Dueño de una sensibilidad delicada que le proporcionó pesares y depresiones, dos años antes de morir escribía a un amigo: "A veces, siento como si los músculos del vientre se hubieran roto por medio y yo me hubiera quebrado para, después, resultar unido de nuevo, pero con errores".

Aunque Hans Christian Andersen sea famoso por haber escrito cuentos de hadas, fue también uno de los más intrépidos viajeros del siglo XIX. Su labor como reportero merece ser destacada y resulta lamentable que su sensible y perspicaz observación de la vida y costumbres extranjeras haya sido subestimada, porque los libros de viajes forman una parte importante de su obra.

Hans Christian Andersen se hizo famoso por haber escrito una colección de cuentos de hadas; no obstante, lo que poca gente sabe, es que fue también uno de los más intrépidos viajeros del siglo XIX. Su hazaña como reportero destaca mereciblemente ya que los libros de viajes forman una parte importante de su obra.

En 1862, España no recibía apenas turistas y, de hecho, era un país desconocido para la mayoría de los daneses. Sin embargo, Andersen pasó cuatro meses descubriendo y anotando las costumbres de la vida española, a la par que soportó las incomodidades de los trenes y diligencias. Su estancia en España aparece detallada en su libro "I Spanien" (En España) que, aunque fue publicado en 1863 y traducido a varios idiomas, aún no tiene versión española.

Desde niño, el escritor, mantuvo cierto interés por España. Andersen soñaba con visitar el país encantado más allá de los Pirineos, como describió a nuestro país en un poema escrito en 1838. Tuvo dos intentos de viajar a España, uno en 1846, en que, estando en la misma frontera, renunció entrar ante el grandísimo calor y, otra en 1860, cuando se enteró de una epidemia de cólera y decidió posponer su viaje. No obstante, por fin cruzó la frontera en 1862, junto al joven estudiante Jonas Collin, el director del Teatro Real, con quien llegó a recorrer casi todo el país viajando en tren, diligencia y vapor costero.

Sus primeros viajes los hizo huyendo, en gran mayoría, de la desfavorable crítica literaria de Copenhague y con intención de ver algo nuevo. Gracias a las cartas que escribía a sus amigos de Dinamarca, pronto se demostró su talento como periodista: expresaba breve y gráficamente lo que veía junto con el delicado sentido del humor y el entusiasmo juvenil de sus mejores escritos de viajes. El libro titulado "El bazar de un poeta", relata el viaje que realizó en 1840 y 1841 al Cercano Oriente, a través de una Bulgaria sublevada y resulta, sin lugar a dudas, el más afortunado.

El viajero Andersen era infatigable aventurero, ansioso de experiencias y panoramas nuevos, capaz de soportar las mayores incomodidades posibles, era, por otra parte, un hipocondriaco y un enfermizo, víctima de un eterno dolor de muelas y con la continua idea de estar próximo a verse en alguna espantosa catástrofe. Además, en sus viajes siempre llevaba una soga muy larga preveyendo un posible incendio, Incluso, en una carta escrita por Charles Dickens a un amigo en 1857, dice cómo Andersen, durante un paseo en diligencia por Londres, escondió el dinero en sus botas por si se veía en un robo, ya que al parecer veía ladrones allá por donde iba.

Pocos europeos de su época llevaron a cabo tantos viajes como él. En su primer viaje al extranjero (1833-1834) recorrió Francia, Suiza, Alemania, Austria e Italia. En 1843, llegó a París, donde conoció a Balzac, Alejandro Dumas padre, Heinrich Heine, Victor Hugo, Lamartine y Alfred de Vigny. Cuatro años después visitó Inglaterra y Escocia y, ya en 1866, volvió a España, pasando por Holanda y Francia, llegando incluso a Portugal, del que dejó vivo testimonio en su estupendo libro, "Una visita a Portugal", publicado en 1868.

Sus cuentos para niños continuaron apareciendo hasta 1872, cuando las últimas historias fueron publicadas en Navidad. Durante la primavera de ese año, Andersen sufrió una caída desde su propia cama, lo que le produjo heridas graves. Nunca volvió a recuperarse del todo, y el 4 de agosto de 1875 murió en la casa llamada Rolighed, cerca de Copenhague donde está enterrado.

Hans Christian Andersen, en el Jardín de Roseborg (Copenhague)
Hans Christian Andersen recibió en vida muchos honores. En 1866 el rey de Dinamarca le concedió el título honorífico de Consejero de Estado y en 1867 fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal. En su honor, desde 1956 se concede, cada dos años, el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y, desde 1966, también de ilustración.

Fuentes:
  • Va de Historia.
  • VV.AA. Diccionario Enciclopédico Labor. Barcelona, 1982.
  • VV.AA. Enciclopedia Larousse. Madrid, 2000.
  • Wikipedia.

Andrea Vesalio: Médico, disector, profesor, corrector, dibujante, descubridor,...

Hoy, he recordado algo que aprendí durante la carrera y, de repente, me he acordado de un gran artista que es más conocido en el ámbito de la cirugía que en cualquier otro. Sin embargo, en mi carrera tuvo un papel especial. Ese personaje fue Andrea Vesalio. Puede que no interese a muchas personas esta entrada pero, en mi opinión, alguien habrá que busque información sobre él y, por eso, pretendo facilitar información a aquéllos que lo necesiten. Y, como buena documentalista que soy, busco, recopilo y ofrezco información a quien la necesite. Espero que, aquellas personas que lean este artículo, sepan apreciarlo...

Andrea Vesalio nació en Bruselas el 31 de diciembre de 1514, en el seno de una familia consagrada en sus últimas generaciones al servicio médico de los emperadores de Alemania. Recibió su primera educación en Bruselas cursando las enseñanzas del trivium (gramática, dialéctica y retórica). Posteriormente, se matriculó en Pedagogium Castrense de Lovaina, en febrero de 1530. entre 1531 y 1533, frecuenta el Collegium Trilingue (griego, árabe y hebreo), aunque nunca llega a ser un trilingüista pese a que lo sugiera en alguna ocasión. No obstante, adquiere excelentes conocimientos de latín y griego, lo que hará que se le considere un filólogo y humanista con cierta afición por la retórica y la nomenclatura.

Atraído por el nombre que tenía la Universidad de París, Vesalio llega a esta ciudad en septiembre de 1533 para estudiar Medicina.  Allí estudió las teorías de Galeno bajo la dirección de Jacques Dubois (Jacobus Sylvius) y de Jean Fernel. Fue en esta época cuando empezó a interesarse por la anatomía. Vesalio quedó descontento aunque profundamente seducido por la anatomía y, por ello, trató de completar su formación osteológica con huesos sustraídos del Cementerio de los Inocentes y ayudó a realizar algunas disecciones en las que también participó su compañero Miguel Servet. Así empezó a familiarizarse con la obra de Galeno.

En agosto de 1536, a causa de la guerra entre Francisco I y Carlos V, Vesalio se ve obligado a regresar a Lovaina, donde terminó sus estudios. Allí le fue otorgado el grado de bachiller en medicina en 1537 y, además, allí realizó disecciones y publicó su primera obra: Paraphrasis in nonum librum Rhazae ad Almansorem, que se editó en Lovaina (1537) y reimpresa inmediatamente en Basilea (1537 y 1544), Lyon (1551) y Wittemberg (1586). En su obra, escrita en un latín bárbaro con citas en griego, compara la terapéutica galénica (uso de sangrías) con la árabe (empleo de drogas cuya composición exacta es difícil de dar), inclinándose por la primera pero intentando salvar en lo posible la reputación de Rhazes.

Marchó después a Italia, pasando primero por Venecia y después a Padua, para inscribirse en su escuela médica y convertirse en Doctor en Medicina de Padua el 5 de diciembre de 1537, al igual que hiciera su bisabuelo Johannes de Wesalia en 1427. Para ello, tuvo que pasar por un procedimiento bastante excepcional: tres exámenes sin haber sostenido tesis alguna previamente. Poco después, es nombrado profesor de cirugía o Explicator Chirurgiae. Vesalio rompió con el método didáctico medieval: abandonó la cátedra para bajar y situarse junto al cadáver, disecando y mostrando por sí mismo la parte a la que la explicación se refería. Además, completaba con dibujos lo que en el cadáver era difícil de observar. Esto, aunque hoy nos perezca raro, supuso un cambio importante; tanto que tuvo un gran éxito entre sus compañeros docentes y entre los estudiantes. Su pedagogía de nuevo estilo conoció un gran éxito y halló su máximo esplendor en abril de 1538, con la publicación de su obra Tabulae anatomicae sex.

En 1541, mientras estaba en Bolonia, Vesalio descubrió que las investigaciones de Galeno estaban basadas en la disección de animales (en concreto, con monos), y no de seres humanos. Al comprobar personalmente en las disecciones tantos errores, Vesalio abandonó hasta entonces al indiscutible Galeno de la enseñanza de la anatomía. Entonces, apoyándose en sus propias observaciones, publicó una corrección de las Opera Omnia de Galeno, y comenzó a escribir su propio texto de anatomía. 

El hecho causó cierto revuelo en el claustro de Padua, pero Vesalio se comprometió a escribir un nuevo tratado de anatomía: De Humani Corporis Fabrica. Dicho tratado fue compuesto entre el invierno de 1539-1540 y el verano de 1542, ya que, la dedicatoria de la obra lleva la fecha de primero de agosto de 1542. Aún así, hay otra edición en 1555 y que, físicamente, tiene unas diferencias con la de 1543, como el número de páginas o el número de líneas por página. La obra destaca la importancia de la disección y de lo que en adelante se llamó la visión "anatómica" del cuerpo humano. Su modelo anatómico contrasta poderosamente con los vigentes en el pasado siendo uno de los primeros y grandes pasos hacia el desarrollo de una medicina moderna y científica. Dividido en siete partes, o "libros", form un tratado completo del cuerpo humano:
  • Libro I: Osteología y Artrología.
  • Libro II: Miología, Aponeurología, Dermatología..
  • Libro III: Arteriología y Flebología.
  • Libro IV: Neurología.
  • Libro V: Esplacnología Abdominal Pélvica.
  • Libro VI: Esplacnología cardiotorácica.
  • Libro VII: Esplacneología creabeaba y órganos de los sentidos.


Pocas semanas después publicó una edición compendiada, para uso de estudiantes, Andrea Vesalii suorum de humani corporis fabrica librorum epitome o Epitome, que dedicó al príncipe Felipe, hijo y heredero del emperador.

Poco después, al igual que su bisabuelo, Vesalio se convirtió en servidor de la casa médica de la Corte de Carlos V, aunque tuvo problemas en sus relaciones con los otros médicos, que lo consideraban un simple "barbero". Allí se casó, ejerció la medicina y publicó un opúsculo sobre el uso de la raíz de China o zarzaparrilla, aprovechando para defenderse de los que le atacaban por abandonar a Galeno. Mientras preparaba la segunda edición de la Fabrica (1551) también acompañaba al emperador en sus viajes; su función era la de médico “internista” y no la de cirujano.

Tras abdicar Carlos V en 1556, pasó al servicio de Felipe II, trasladándose a Madrid en 1559. Su estancia no fue demasiado grata por un desgraciado acontecimiento con el infante don Carlos (muere bajo la impertérrita y fulgurante mirada de Vesalio), las relaciones con el resto de los médicos de la casa real y, quizás, por la ausencia de cadáveres para disección. 

En 1564, Vesalio llevó a cabo una autopsia (previa autorización a la familia del fallecido) de una persona que había fallecido a causa de una enfermedad. Esto no hubiera tenido tanta importancia en la época, si no llega a ser porque, los testigos presenciales de dicha autopsia, al abrir el cuerpo, creyeron ver latir el corazón y salieron espantados a contárselo a los familiares. Por esta razón, Vesalio se vio obligado a comparecer ante el Tribunal de la Santa Inquisición, donde fue acusado de homicidio y condenado a muerte. Felipe II, sensible a los ruegos de la corte, hizo valer su autoridad para que la pena fuera conmutada por una peregrinación a Tierra Santa.

Así, Vesalio partió en un barco veneciano y pasó por Zante, Candía (Creta), Rodas, Chipre, Jaffa y, por último, Jerusalén. Cuando llegó a Tierra Santa, Vesalio recibió un mensaje del senado de Venecia instándole a aceptar su antiguo puesto en la Universidad de Padua, que había quedado vacante a la muerte de su amigo y alumno Falopio. A pesar de que, en una carta del Rey Felipe II al embajador en Venecia, se le permitía a Vesalio a volver en un navío veneciano para ocupar su puesto en la Universidad de Padua, éste prefirió, por economía, embarcar en un buque de peregrinos a bordo del cual se produjeron varios fallecimientos causados por los temporales y la mala nutrición. 

Vesalio enfermó y moriría el 2 de octubre  de 1564 al arribar a Zante, una de las islas jónicas, lejos de sus amigos y en la más profunda indigencia, por un tifus que lo aquejaba desde hacía un tiempo. Fue enterrado allí mismo, en la Iglesia de Santa María de Cruzie, construida en 1458 y demolida en 1893, no lejos de la tumba de Cicerón.

En definitiva, Vesalio se introdujo en el cuerpo hasta la misma profundidad para extraer la verdad práctica,  basando la ciencia en la observación e inició, de esta manera, la marcha hacia el método experimental. Ésto, le permitió dar a su vida, la mejor simpleza de una razón suficiente; y al mundo, la mayor trascendencia y orgullo de haber encontrado el camino que nadie debería abandonar jamás: el de uno mismo.

Singer dijo de Vesalio: "fue un hombre fuerte y resuelto, de mente clara, bien estructurada y poco sutil, y llevó a cabo aquello para lo que había sido creado. No hizo nada más, pero tampoco hizo menos".

Fuente: 
  • Historia de la Medicina.
  • ROMERO REVERON, R. Andreas Vesalius (1514-1564): Fundador de la Anatomía Humana Moderna. En Int. J. Morphol, 2007, vol.25, no.4, p.847-850.
  • VESALIO, A. Iconografía anatómica (Fabrica, Epitome, Tabulae Sex). París, Editions Dacosta, 1983.
  • Wikipedia.

Sé infiel y no mires con quién


El pasado domingo, fui a ver una obra de teatro que, la verdad, ya llevaba con ganas de ver desde que vi Rumores, entrada que detallé ya hace algún tiempo. Esa obra de teatro fue Sé infiel y no mires con quién, una comedia divertida, juguetona y energética de los maestros de la alta comedia Ray Cooney y John Chapman caracterizada por un engranaje dramático que funciona como el mecanismo de un reloj y que el Teatro Rialto de Madrid recoge hasta el próximo día 13 de agosto.

Esta comedia fue estrenada en el antiguo Teatro Maravillas el 11 de agosto de 1972, cuyo protagonista fue Pedro Osinaga (durante más de once años, algo inimaginable, quizá, en nuestros días). En 1998, fue reestrenada bajo la interpretación de Joaquín Kremel, también, como protagonista.

Tras su exitosa gira por España desde 2009, ahora vuelve a Madrid bajo la dirección de Pilar Massa y Jesús Cisneros vuelve a recuperar esta comedia en la que con diversos comportamientos, diversos gestos, diversos actos, provocan la carcajada. En este caso, la obra está protagonizada por el mismo Jesús Cisneros junto a su mujer, Yolanda Arestegui y actores de la talla de Fernando Albizu (recientemente nominado al Goya al "mejor actor revelación" por su papel en "Gordos", de Daniel Sánchez Arévalo), Isabel Gaudí, Cristina Peña o Antonio Vico.

Al tener tantas representaciones al cabo de la semana, los actores deben intercambiarse a la hora de interpretar a los personajes, por lo que, cuatro de los personajes principales, están interpretados por dos actores diferentes, intercalándose en días alternos, o eso intuyo yo.

Desde su estreno, esta comedia consiguió récords de recaudación, mas de 15 millones de espectadores la han disfrutado en todo el mundo y se sigue reponiendo cada cierto tiempo en Broadway y Londres, templos de la alta comedia.

Sinopsis

Félix (Jesús Cisneros) y Carlos (Antonio Vico) son socios en una editorial y amigos de toda la vida, Félix es un hombre simple y trabajador, Carlos es un caradura y vividor. Félix está enamorado de su encantadora mujer, Diana (Yolanda Arestegui/Isabel Gaudí), que es la mejor amiga de Lidia (Isabel Gaudí/Carmen Navarro), la -hasta ahora- resignada esposa de Carlos.

Félix y Diana viven en el piso que está encima de la editorial y Diana decidió hace tres semanas contratar a Óscar (Fernando Albizu/José Troncoso), un decorador muy "in" para modernizar el piso. Óscar ha congeniado muy bien con Annia (Cristina Peña), la asistenta alemana, y muy mal con Félix.

En la tarde-noche que nos ocupa, Diana y Félix tienen que asistir a una cena muy importante de negocios, aprovechando este compromiso Óscar hace planes con Annia, para pasar una velada de pasión. Lidia quiere emular a su marido Carlos y convence a Diana para que le deje tener en su casa una cita infiel con Jorge (Aitor Legardón/Canco Rodríguez), su joven amante. Durante su ausencia, Carlos, por su parte convence a Félix para tener, esa misma noche y en ese mismo lugar, una cita a ciegas con Lorena (Marta Flich), una teleoperadora "quedona".

La inesperada llegada de Adela Sánchez (Encarna Gómez), escritora superventas y mujer de estricta moralidad, altera los planes de cada personaje que intentan que los demás no sepan sus intenciones infieles y se ven inmersos en una trama de falsas apariencias llena de enredos, equívocos y malentendidos, vividos a ritmo desenfrenado.

Es una obra de enredos, ligera y desenfadada en el que nueve personajes interactúan de forma frenética en un juego de puertas que se abren y se cierran sin parar, provocando situaciones delirantes y cómicas. Quien no la haya visto aún, debe ir al Teatro Rialto antes del 13 de agosto y no perderse esta comedia teatral en la que nadie se libra de un gran rato de risas.

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